Las obras de Eduardo Mendoza no requieren descripción. Con su estilo propio, utiliza algunas características de la novela policiaca a las que les imprime muchas situaciones cómicas que te transportan, en este caso a las calles de Barcelona.
De casualidad empecé a leer este libro sin mirar el escritor y ya en la primera página le reconocí por su forma de usar el lenguaje y de enmarcar la historia, recordándome a aquel primer libro suyo que leí con unos 15 años, “Sin noticias de Gurb”.
Eduardo Mendoza es uno de los escritores españoles más reconocidos y galardonados y, la realidad, es que su estilo es muy característico y personal.
Sus novelas rozan a veces lo surrealista y describen situaciones cómicas, pero de una manera muy inteligente y perfecta. Enganchan y te transportan perfectamente, en estos dos caos, a las calles de Barcelona donde ocurren las dos novelas.
“Tres enigmas para la Organización” se lee rápido, con personajes muy variopintos, situaciones entretenidas y el desarrollo de una historia de novela policiaca, con capítulos cortos y bastante velocidad. Se le coge cariño enseguida.
Me ha gustado. Y lo mejor… he vuelto a leer en papel 🙂