Luzía Sonríe...

Si las pulgas hablaran, picarían menos.

14.08.23

14.08.23 Aún con la piel dormida y la tierra árida, volverás a florecer.

Autorre(tr)latos
Lo que escribo

El pelo suelto, la sonrisa puesta y la vida envuelta, salvajemente estrangulada por la angustia desmedida. Oprimes tus ojos descontrolados por la lentitud del paso del tiempo, hinchados e inundados por las lagunas de esa verdad escondida.

Un instante de locura, fugaz e insensato, te nubla el pensamiento para dejarte volar por lugares intangibles. Atrapada en los más dulces sueños del que no cierra los ojos de noche.

Locuras sin sentido. Sentido sin locura.

La piel dormida. Sin tacto. Sin frío.

Y te dejas acariciar por la brisa entre los prados de flores arrasadas para darte cuenta que bajo el sol y las aguas de tus lagrimas volverán a brotar, año tras año en infinidad de colores.

Florecer en tierras áridas no es sencillo, pero te da la libertad y la firmeza de quien consigue alcanzar la cumbre de sus pensamientos, donde reina la calma, donde la paz anida.

Aún con la piel dormida…